NO ES UN ALIMENTO SINO ES INOCUO
El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos se celebra cada 7 de junio para llamar la atención e inspirar acciones que ayuden a prevenir, detectar y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos, contribuyendo a la seguridad alimentaria, la salud humana, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso a los mercados, el turismo y el desarrollo sostenible. (OPS, 2020)
La inocuidad de los alimentos es la garantía de que estos no causarán daño al consumidor cuando se preparen y/o consuman de acuerdo con el uso a que se destinan. Se enfoca en la prevención de las enfermedades transmisibles por alimentos (ETA’s) u otro tipo de posibles afecciones ante la posibilidad de contaminación o por la presencia de factores perjudiciales, peligros biológicos, químicos y/o físicos como una condición del alimento al ser un peligro potencial de causar daño a la salud del consumidor.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud las enfermedades transmitidas por los alimentos suponen una importante carga para la salud. Millones de personas enferman y muchas mueren por consumir alimentos insalubres.
Pero ¿Cuantas personas se estima se enferman?
Alrededor de 600 millones de personas (estamos hablando que aproximadamente 1 de cada 10) se enferman al consumir alimentos no seguros y aproximadamente 420,000 fallecen. La carga mundial de las enfermedades de transmisión alimentaria es considerable y afecta a todo el mundo.
La inocuidad de los alimentos engloba acciones encaminadas a garantizar la máxima seguridad posible de los alimentos. Las políticas y actividades que persiguen dicho fin deberán de abarcar toda la cadena alimenticia, desde la producción hasta el consumo.
En por ello que se mantengan y se practiquen las 5 claves de la inocuidad alimentaria:
5 CLAVES DE LA INOCUIDAD ALIMENTARIA
- Mantenga la limpieza.
- Separe alimentos crudos y cocinados.
- Cocine completamente.
- Mantenga los alimentos a temperaturas seguras.
- Use agua y materias primas
Incorporar estas sencillas reglas o claves a nuestros hábitos puede reducir notablemente las probabilidades de sufrir infecciones o intoxicaciones alimentarias.